La historia de Cartagena ha estado siempre relacionada con el ejército. Muchas culturas diferentes han pasado por Cartagena;
Carthago Nova fue una de las capitales más importantes del Imperio Romano y también el escenario de cientos de batallas.
Durante la Guerra Civil española fue el puerto más importante del ejercito republicano y la última ciudad en rendirse ante las fuerzas del general Franco.
Es muy fácil de llegar a Cartagena a través de la Autovía AP-7, conduciendo desde Ciudad Quesada nos llevará alrededor de 50 minutos. Mucho menos si lo hacemos desde La Zenia, Los Alcazares o La Manga.
¿Qué hacer en Cartagena?
· Ve directamente al museo del Teatro Romano, probablemente sea lo más interesante que ver en Cartagena. Está situado en la plaza del ayuntamiento. Dentro se pueden ver esculturas y otros restos arqueológicos de la época romana, la visita termina en un teatro romano que fue descubierto en 1988, enterrado bajo un pequeño barrio de pescadores.
· Muy cerca del Teatro Romano está el «Paseo de Alfonso XII», es un magnifico lugar para pasear junto al mar y admirar el magnífico puerto de Cartagena. No olvides ver el primer submarino de le historia, fue construido por Isaac Peral en 1988 y todavía permanece en la ciudad.
· Disfruta de un menú del día, por unos 10 € puedes comer de maravilla en una de las terrazas del centro de Cartagena.
· Las vistas desde el Castillo de la Concepción son simplemente espectaculares; puedes ver todo el puerto, su salida al mar y los fuertes defensivos. Puedes subir hasta el castillo usando el ascensor de la calle Gisbert que cuesta 2 € o subir caminando hasta la cima de la colina.
· Desde el mismo ascensor podemos llegar al museo de la Gerra Civil española, si te interesa la historia no deberías perdértelo. Está excavado en la montaña, en el antiguo refugio anti-aéreo que mantuvo a 5.500 personas con vida durante la Guerra Civil española.
Espero que la información os sea útil y que disfrutéis de Cartagena. La historia de esta ciudad nos muestra de dónde venimos, y como dijo el escritor Robert Heinlein: «Una generación que ignora la historia no tiene pasado ni futuro».